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Introducción

La Historia de España ha dejado su huella en numerosos lugares entre los cuales se encuentra el escudo actual. Aquí se puede adivinar la evolución por la que ha pasado el país desde la Edad Media con los diferentes reinos que había en la Península hasta la actualidad a través de los elementos que forman el escudo.

Aunque podríamos remontarnos a la Edad Media, que es cuando aparece la heráldica y, por ello, las armas de los diferentes reinos que aparecen en el escudo, vamos a remontarnos al primer escudo donde ya vemos una buena parte de los elementos a los que estamos acostumbrados, y por ello empezamos con el reinado de los Reyes Católicos. En otro artículo se podría tratar cómo fueron apareciendo las armas que adoptaron los monarcas; pero de momento vamos a centrarnos en su gobierno y en la Historia que ha quedado recogida en sus armas.

Reyes Católicos

Escudo de los Reyes Católicos

El 19 de octubre de 1468 tuvo lugar uno de los enlaces matrimoniales más importantes de la Historia de España, el matrimonio de los entonces príncipes Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. No sería hasta 1474 cuando la primera subió al trono y el segundo, en 1479. Esta unión no pasó desapercibida en la heráldica pues en el año 1475 crearon su escudo de armas personal para lo cual tomaron unas decisiones inauditas en España y posiblemente en Europa como fueron que ese escudo estaría formado por las armas propias de cada Corona y sería usado por ambos por igual.

Así aparece el primer escudo de los Reyes Católicos, donde aparecían los elementos heráldicos propios de Castilla y León por parte de Isabel y de Aragón y Sicilia por la de Fernando (1). También se incluyeron otros elementos heráldicos muy característicos. Por un lado encontramos el águila de san Juan, animal escogido por la reina Isabel debido a la devoción que tenía a ese apóstol y que ya empleó como princesa. Por otro lado podemos ver las flechas y el yugo, los símbolos de los propios reyes. Isabel escogió las flechas para representar la importancia de la unión de los reinos pues gracias a ella son más fuertes, y porque empieza con la letra F, la inicial de Fernando. Éste, por su parte, eligió el yugo, también un símbolo de unión y un recuerdo de la historia de Alejandro Magno, por el cual sentía admiración, y cómo cortó el nudo de un yugo porque se decía que quien lo desatara sería el señor de Asia. Esta historia también inspiró el lema de los Reyes Católicos «Tanto monta», que hacía referencia a que tanto daba cortar como desatar el nudo.

Ese primer escudo fue cambiando durante el reinado de los monarcas con motivo de dos guerras: la Guerra de Granada (1482-1492) y la Guerra de Nápoles (1501-1504). La primera supuso la culminación del proceso de la Reconquista, durante el cual los territorios cristianos del norte peninsular habían conseguido expandirse hacia el sur a costa de Al-Ándalus hasta terminar con el último gran reducto musulmán, el Reino nazarí de Granada. La conquista de la capital granadina en 1492 fue tan importante para los Reyes Católicos que, entre otras maneras de señalar el valor que daban al hecho, decidieron incorporar a su propio escudo las armas que representaban a ese nuevo reino (2).

La segunda se enmarca en el conjunto de guerras que se disputaron en Italia entre 1494 y 1559 por el control de reinos y territorios italianos considerados de especial importancia. Aragón estaba vinculada especialmente con Sicilia y Nápoles, aunque este reino fue objeto de disputa entre aragoneses y franceses. Las tensiones llevaron a la guerra en 1501, en la cual tuvo un papel sobresaliente el Gran Capitán, quien se aseguró que el reino pasara a manos de Fernando el Católico. Debido a la importancia de la conquista, el monarca incorporó a sus armas propias el escudo que le correspondía por ser monarca de Nápoles, formado por los de Hungría y Jerusalén (3).

Una vez murió la reina Isabel, el rey Fernando continuó con su política expansionista y esta vez dirigió su vista hacia el reino de Navarra, sobre el cual reclamaba ciertos derechos como esposo de Germana de Foix, con la que se había casado en segundas nupcias y que tenía parentesco con la familia real navarra.. En 1512 el monarca invadió el reino y consiguió conquistarlo rápidamente, aunque aún llevaron años de conflictos tanto con navarros como con franceses para garantizar que permanecería en manos españolas. Como reconocimiento de este acontecimiento, Fernando incorporó a su escudo las armas de Navarra (4).

Los Hasburgo

Escudo de Carlos V

Después de la muerte de Isabel la Católica en 1504, fue nombrada reina de Castilla su hija Juana I, quien para entonces ya estaba casada con Felipe el Hermoso, que convertiría por su enlace en rey consorte de Castilla. Este enlace tuvo su repercusión en la heráldica pues Juana había adoptado el escudo de sus padres en la versión previa a la conquista de Nápoles y sin el águila y el yugo y la flechas. Sin embargo, por su matrimonio, añadió a sus armas las propias de Felipe, quien había tomado, a su vez, las de sus padres, el emperador Maximiliano I y María de Borgoña. Es entonces cuando aparecen en el escudo las armas de Austria, Borgoña, tanto las antiguas como las nuevas, Brabante, Tirol y Flandes (5).

Aunque Felipe murió muy pronto, este escudo fue heredado por su primogénito, quien se convirtió en rey de Castilla y Aragón tras la muerte de Fernando el Católico, el rey Carlos I. Como muestra de la extensa herencia que había recibido por parte de sus abuelos, tomó el escudo último diseñado por su abuelo materno y el propio de su padre. Estas armas serían utilizadas durante siglos por los reyes de España, aunque con algunas modificaciones con el paso de los siglos.

A estos elementos se añadirían adornos exteriores que recordaban dos sucesos de gran importancia en la Historia de España. Por un lado, él fue el primero en incluir las Columnas de Hércules con el lema personal del emperador, Plus Ultra (Más allá). Hasta entonces no se había incluido ningún elemento que recordara la expansión española al otro lado del Atlántico en América. Eran, también, un recordatorio de la ruptura de visión clásica que se tenía del mundo tras el descubrimiento del Nuevo Mundo.

Por otro lado, el 24 de febrero de 1530 Carlos fue coronado oficialmente como emperador Carlos V. Un acontecimiento así no podía pasar desapercibido en el escudo, y lo reflejó con la incorporación del águila bicéfala y la corona imperial, la cual también colocó encima de una de las Columnas de Hércules (en la otra se puso una corona real).

También añadió dos herencias por la parte de su abuela María de Borgoña. Por un lado, colocó el collar de la Orden del Toisón de Oro, una orden nobiliaria creada en el ducado de Borgoña y cuyo mayorazgo pasó a detentar Carlos V. Por otro lado, se asentó la cruz de Borgoña, una cruz en forma de aspa que sería utilizada por los españoles como un símbolo propio durante los siglos XVI, XVII y parte del XVIII.

Este escudo fue mantenido por los siguientes Austrias con algunas modificaciones realizadas por Felipe II. Él se encargó de eliminar los elementos heráldicos propios imperiales como son el águila y la corona ya que no había heredado esa dignidad pues Carlos V se la había cedido a su hermano Fernando; y también eliminó las armas de Navarra.

Escudo de Felipe II a Carlos II

Por otro lado Felipe introdujo el escudo de Portugal (6). Después de la desaparición del rey Sebastián I de Portugal sin haber dejado descendencia en 1578, el rey español decidió hacer valer sus derechos al trono como hijo de la infanta Isabel de Portugal y en 1580 invadió el reino. Obtuvo la corona rápidamente y para celebrar este hecho incorporó a sus armas el escudo portugués. Durante sesenta años los reyes de España lo fueron también de Portugal hasta que en 1640 se produjo la restauración de la monarquía lusa con los Braganza. Este hecho fue reconocido Carlos II en 1668 finalmente, para lo cual se mandó quitar del escudo real las armas de Portugal.

Los Borbones

Escudo de Felipe V a Carlos III

La llegada de la nueva dinastía de los Borbones en 1700 con el ascenso al trono de Felipe V tuvo un gran impacto y quedó recogido en la heráldica de los reyes españoles. El nuevo monarca mantuvo el escudo de sus predecesores, incluyendo las armas de aquellos territorios europeos que, al terminar la Guerra de Sucesión, tuvo que ceder a otras potencias europeas como Nápoles y Sicilia. No obstante, como miembro de una nueva dinastía, introdujo elementos nuevos que resaltaran el cambio. Uno fue el escusón con las armas de la Casa de Borbón-Anjou (7) a la cual pertenecía. El otro fue el collar de la Orden del Espíritu Santo, orden fundada por el rey Enrique III de Francia en 1578, sumándose al Toisón de Oro tradicional.

Escudo de Carlos III a Alfonso XIII

El escudo real permaneció inalterado durante su reinado y los de Luis I y Fernando VI hasta la llegada al trono español de Carlos III. El nuevo monarca introdujo un recuerdo italiano, las armas de los ducados de Parma-Farnesio y Toscana-Médici (8). Este añadido tiene su explicación en que Felipe V se casó en segundas nupcias con Isabel de Farnesio, quien tenía derechos de sucesión a los ducados de Parma y Plasencia al haber estado en poder de su familia desde el siglo XVI. El monarca consiguió que ambos pasaran a estar bajo el control de los Borbones y puso al frente a su hijo Carlos, quien los retuvo en su poder hasta que los cedió a cambio de ser nombrado rey de Nápoles y Sicilia. Además, mientras fue duque, Carlos fue reconocido como príncipe hereditario de Toscana al ser considerado legítimo sucesor de los Médici.

Además de esta introducción, cambió el collar de la Orden del Espíritu Santo por la fundada por él mismo en 1771. Con estas modificaciones se asentaron las armas reales de España para los siguientes monarcas.

Los cambios del siglo XIX

Escudo de José I

Aunque se ha dicho que esas armas serían las que usarán los siguientes reyes después de Carlos III, José I Bonaparte fue una excepción al modificar sustancialmente el escudo. En el suyo incorporó las armas de Castilla, León, Aragón, Navarra, Granada y las Indias (9). En lugar del emblema de los Borbones introdujo el de los Bonaparte (10).

Escudo simplificado

Sin embargo, fue usado muy poco tiempo ya que al tener que abandonar España se volvieron a usar las armas tradicionales, las cuales emplearon tanto Fernando VII como Isabel II. También mantuvieron ambos monarcas un escudo simplificado que ya había sido utilizado por los primeros Borbones muy semejante al que tenemos en la actualidad aunque en él solo aparecían las armas de Castilla y León debido a las reformas introducidas por Felipe V que dio la primacía a esta Corona en detrimento de Aragón.

Primer escudo del Sexenio

Tras la Gloriosa del año 1868 que derrocó a la dinastía Borbón, se procedió a utilizar un nuevo escudo a la espera de la elección de la nueva forma de gobierno. Se escogió el modelo simplificado borbónico aunque se eliminaron los elementos monárquicos y se puso en lugar de la corona real una mural, todavía no asociada a un gobierno republicano. Además, también se añadieron las armas de Aragón y Navarra. Con esto el escudo se iba acercando al que tenemos actualmente.

Escudo de Amadeo I

Cuando en 1870 llegó Amadeo I tomó este escudo, pero volviéndolo a dotar de los elementos monárquicos y, en lugar del escusón de los Anjou, puso el de su familia, los Saboya (11).

No duró mucho tiempo este nuevo escudo pues con el cambio de gobierno y la proclamación de la I República en 1873 se volvió a usar el empleado al principio del Sexenio Revolucionario de manera que ya quedó ligado al republicanismo español.

Escudo simplificado de la Restauración

En 1874 se produjo la Restauración borbónica con Alfonso XII. El soberano recuperó las antiguas armas reales pero también mantuvo el escudo simple que se estaba ya empleado, aunque incorporando nuevamente el blasón de los Borbones y los demás elementos monárquicos. Este doble escudo trajo confusiones a la hora de establecer cuál era el propio de España y hubo que esperar a los últimos años del reinado de Alfonso XIII para que el simplificado se convirtiera en el oficial del país, aunque sin dejar de lado las armas reales anteriores, que se siguieron empleando en determinados contextos.

Los últimos cambios en el siglo XX

El siglo XX vio las últimas grandes modificaciones del escudo nacional hasta la adopción del actual. En 1931, con la proclamación de la II República se adoptó aquel primer escudo que había adoptado su predecesora. Este escudo siguió en uso hasta 1939 con la instauración del franquismo, el cual, ya en 1938 había creado su propio escudo donde aparecían las armas tradicionales de Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada, además de elementos de los Reyes Católicos que fueron recuperados como el águila de san Juan, y el yugo y las flechas.

Este escudo permaneció en vigor, con algunas modificaciones estilísticas menores, hasta 1981, cuando se estableció oficialmente el actual, el cual quedó fijado con la Ley 33/1981, ratificada el 5 de octubre, donde es descrito con los siguientes términos:

Artículo primero.— El escudo de España es cuartelado y entado en punta. En el primer cuartel, de gules o rojo, un castillo de oro, almenado, aclarado de azur o azul y mazonado de sable o negro. En el segundo, de plata, un león rampante, de púrpura, linguado, uñado, armado de gules y coronado de oro. En el tercero, de oro, cuatro palos, de gules o rojo. En el cuarto, de gules o rojo, una cadena de oro, puesta en cruz, aspa y orla, cargada en el centro de una esmeralda de su color. Entado de plata, una granada al natural, rajada de gules o rojo, tallada y hojada de dos hojas de sinople o verde.

Acompañado de dos columnas de plata, con la base y capitel de oro, sobre ondas de azur o azul y plata, superada la corona imperial la diestra, y de una corona real la siniestra, ambas de oro, y rodeando las columnas una cinta de gules o rojo, cargada de letras de oro, en la diestra «Plus» y en la siniestra «Ultra», (del latín Plus Ultra, Más Allá). Al timbre, Corona Real cerrada, que es un círculo de oro, engastado de piedras preciosas, compuesta de ocho florones de hojas de acanto, visible cinco, interpoladas de perlas y de cuyas hojas salen sendas diademas sumadas de perlas, que convergen en el mundo de azur o azul, con el semimeridiano y el ecuador en oro, sumado de cruz de oro. La corona forrada de gules o rojo.

Artículo segundo.— El escudo de España, tal y como se describe en el artículo anterior, lleva escusón de azur o azul, tres lises de oro puestas dos y una, la bordura lisa de gules o rojo, propio de la dinastía reinante (Borbón-Anjou).

Conclusión

Para finalizar este artículo, podemos ver cómo la Historia de España ha ido dejando su huella en el escudo nacional por medio de añadiduras, eliminaciones y modificaciones. A través de estos cambios se puede comprobar la importancia que han tenido la uniones matrimoniales de los monarcas, las diferentes guerras y los cambios de dinastías y regímenes políticos a lo largo del tiempo; todos los cuales han ido configurando al país hasta la actualidad y han quedado reflejados en el escudo del país, un escudo que empezó siendo el propio de los reyes para terminar por representar a todo el estado.

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Descripción de las armas

(1) Castilla: De gules, y un castillo de oro, almenado de tres almenas, con tres homenajes, el de en medio mayor y cada homenaje también con tres almenas, mamposteado de sable y aclarado de azur.

León: De plata y un león de púrpura, coronado de oro, lenguado y armado de lo mismo.

Aragón: De oro y cuatro palos de gules.

Sicilia: Dartido y flanqueado, jefe y puntas de oro y cuatro palos de gules, flancos de plata y un águila de sable, coronada de oro, picada y membrada de gules.

(2) Granada: De plata y una granada al natural, rajada de gules, tallada y hojada de dos hojas de sinople.

(3) Nápoles, formado por las armas de:

– Hungría: Fajado, ocho, de gules y plata.

– Jerusalén: De plata, una cruz potenzada de oro cantonada de cuatro cruces latinas del mismo metal.

(4) Navarra: De gules, carbunclo cerrado pomelado de oro con una esmeralda verde.

(5) Austria: De gules y una faja de plata.

Borgoña moderno: De azur, sembrado de flores de lis de oro y bordura camponada, cantonada de plata y gules.

Borgoña antiguo: Bandado de oro y de azur con bordura de gules.

Brabante: De sable y un león de oro.

Tirol: Partido de plata y un águila de gules, coronada, picada y membrada de oro, cargado el pecho de un cre­ciente trebolado de lo mismo.

Flandes: De oro y un león de sable, lenguado y armado de gules.

(6) Portugal: De plata y cinco escudetes en azur puestos en cruz con cinco bezantes o dineros en plata puestos en sotuer, bordura de gules con siete castillos de oro.

(7) Casa de Anjou: De azur, con tres flores de lis y bordura cosida de gules.

(8) Parma-Farnesio: De oro y seis flores de lis de azur distribuidas de arriba a abajo, una, dos, dos y una.

Toscana-Medici: De oro y cinco roeles de gules distribuidos en el campo de arriba a abajo, dos, dos y uno, un tortillo de azur en jefe cargado de tres flores de lis de oro.

(9) Las Indias: Dos esferas terrestres flanqueadas por las Columnas de Hércules.

(10) Casa Bonaparte: Escusón de azur con el águila de los Bonaparte en oro.

(11) Casa Saboya: De gules y cruz de plata.

Para las descripciones de las armas se ha empleado principalmente esta página: https://www.heraldicahispanica.com/escudo-de-espana/evolucion-del-escudo-de-espana/

Documentación

Las Armas Reales de España: https://www.heraldicahispanica.com/introduccion-heraldica/armas-reales-de-espana/

Evolución de la heráldica española: https://www.heraldicahispanica.com/escudo-de-espana/evolucion-del-escudo-de-espana/

Símbolos del Estado: https://www.lamoncloa.gob.es/espana/simbolosdelestado/Paginas/index.aspx

Historia y evolución del escudo de España: https://vexilologia.org/banderas-espanolas/historia-escudo/

Armas Reales completas